Osvaldo Jaldo tomó juramento a tres nuevos funcionarios que pertenecerán al Ministerio de Seguridad, desempeñando tareas bajo la órbita de Institutos Penales.
El gobernador, Osvaldo Jaldo tomó juramento en la mañana de hoy, en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, a tres nuevos funcionarios que pertenecerán al Ministerio de Seguridad, desempeñando funciones bajo la órbita de Institutos Penales. Asumieron Graciela Sare, como subsecretaria de Servicios Penitenciarios; Alberto Pereyra, como director general de Institutos y Julio Galván, como subdirector de la Dirección General de Institutos Penales.
“Seguimos avanzando en materia de Seguridad como una verdadera política de Estado, y dentro de ella incluimos la política carcelaria. Hoy hemos realizado cambios en toda la conducción de Villa Urquiza, un penal muy amplio necesitábamos reformular toda la estructura interna para llevar una mejor conducción”, expresó Osvaldo Jaldo.
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, declaró que el nombramiento de las nuevas autoridades forma parte de “una evaluación sobre el penal de Villa Urquiza y las políticas que se venían realizando sobre las personas en situación de encierro. Tuvimos charlas con miembros de la Corte Suprema, los jueces y el Ministerio Público Fiscal, con lo cual se decidió dar un cambio en el timón y buscar una renovación del área porque considerábamos que había un ciclo cumplido. Buscamos controlar algunos aspectos a nivel general a partir de una política pensada para el personal del sistema carcelario que debe mejorar, como también las personas que están privadas de su libertad”.
Tras el anuncio, Pereyra en diálogo con la prensa dijo que el gobernador ha tomado la decisión de cambiar el trabajo que se viene haciendo en el Servicio Penitenciario. En ese sentido explicó que se apunta a un modelo normalizador, disciplinario y correccional. El flamante funcionario explicó que la idea es que si alguien tiene un conflicto con la ley sea tratado por un equipo interdisciplinario y allá un seguimiento de la evolución para “que sea una persona de bien cuando salga”.
“Creo que esto no es un problema solamente en Tucumán, es nacional e internacional, en cuanto a la cantidad de detenidos que hay en una cárcel por la falta de espacio”, agregó. Y consideró que aplicando el modelo mencionado anteriormente con participación de la familia, con educación y con recreación “se transforma a la persona”.
Por su parte, Sare agradeció la confianza al gobernador Osvaldo Jaldo. “Las políticas penitenciarias y post penitenciarias forman parte y son obligación de un Estado. Cuando una persona ingresa al penal empieza otra etapa y de eso se trata, de cómo trabajar con el preso y su situación”, sostuvo. Y agregó: “Es la obligación del Estado cambiar la situación de esta persona y el proyecto de vida para que se vuelva a insertar la sociedad”.
FUENTE: La Gaceta
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