Dado el pedido de Libertad al único imputado, el Arzobispado puso el grito en el cielo, tucumano

Con un comunicado institucional, la jerarquía eclesiástica tucumana denunció el accionar de una magistrada y exige honrar la memoria del Cura Juárez

 

En sus considerandos, la comunidad católica de la Iglesia en Tucumán, que representa a: obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, manifestó que está ingratamente sorprendida e indignada porla participación de la Auxiliar Fiscal María Azucena Sierra de Peñalba, en la audiencia realizada  ante el Dr. Emilio Páez de la Torre, respecto a la causa del asesinato del Padre Oscar Juárez.

En su mensaje, la comunidad cristiana y su familia, da cuenta que todavía estáprocesando el duelo de aquél aberrante asesinato sucedido hace 8 meses.

Y con respecto a las actuaciones de la Fiscal Auxiliar expresó: “Nos llama profundamente la atención que esta profesional del derecho, habiéndose apartado del objeto de la audiencia, se haya unido a la defensa de Herrera, a los efectos de pedir por la libertad del único imputado en autos del horroroso crimen sufrido por el padre Oscar Juárez” y “Que a la tan terrible muerte del sacerdote se lo vuelve a victimizar, siendoque aquél ya no puede defenderse, porque le sesgaron la vida”.

Después y con los botines de punta, el comunicado enuncia: “Es conocida la política criminal llevada adelante por el Ministerio Publico Fiscal, respecto al pedido de prórroga de la prisión preventiva en delitos mucho menos grave que la de un homicidio” pero que “En este caso, fue dejada de lado. Es por ello que como parte de esta sociedad tucumana se duda del servicio de justicia”.

Luego concluye en que si, ”Ante las innumerables e incontrastables pruebas producidas en este juicio por la magnitud del ilícito, la Dra. Sierra de Peñalba pide por la libertad del único imputado, permítannos dudar del destino final de esta causa”.

Entonces advierte, “Tememos que seamos unas nuevas víctimas de la impunidad y que la memoria del Padre Oscar, que ya descansa en la paz del Reino de Dios, no reciba el trato de justicia humana, que aquí en la tierra se merece cualquier ciudadano”.

Este mensaje lleva el sello del Arzobispado de Tucumán.