Una obligada e imprescindible consulta a una parte del precioso legado que los pueblos de la UNASUR heredamos del gran prócer.
Entre su abanico de máximas, en esta oportunidad rescatamos las siguientes sentencias:
“Para defender la Libertad se necesitan ciudadanos de instrucción y elevación moral”.
“Los hombres no viven de ilusiones sino de hechos”.
“La ilustración y fomento de las letras son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y felicidad de los pueblos”.
“Es imposible Ser feliz si presenciamos los males y desgracias de nuestros pueblos”.
“Debemos ser un instrumento de la justicia”.
“Aun el esplendor de la victoria es subalterna al bienestar de los pueblos”.
“La anarquía solo produce tiranos que someten a las mayorías”.
“Los hombres de bien deben ser conscientes que se debaten entre dos polos de pícaros y necios”.
“La conciencia es el mejor y más imparcial juez que tiene el hombre de bien”.
“Por regla general los revolucionarios de profesión son hombres de acción”.
“Serás lo que hay que ser, si no, no eres nada”.
“Para los hombres de coraje se han hechos las empresas”.
“Es injusto negar reconocimiento a quien se lo merece”.
“Al hombre honrado no le es permitido ser indiferente a la injusticia”.
De lo cual se trasluce el fruto de una cuidadosa reflexión, basada en su extraordinaria experiencia de liderazgo libertario.
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