Defensa de la Libertad de Expresión del representante del Vaticano ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea-OSCE
El Observador Permanente de la Santa Sede, Monseñor Janusz Urbańczyk ante la OSCE, sostuvo que, “como todo derecho humano, va acompañada de responsabilidades que no se pueden ignorar, especialmente en lo que respecta a los menores, que deben ser protegidos siempre” y reitera la necesidad de “promover la igualdad de oportunidades para las mujeres que trabajan en el sector de las comunicaciones”.
La prensa y los medios de comunicación son instrumentos necesarios para la transmisión de una información “transparente y real” y, por tanto, su libertad “es un componente esencial para la promoción de los valores democráticos y de sociedades más justas”, lo dijo en Viena, sede de la OSCE, al intervenir en la 1313ª reunión del Consejo Permanente de dicha organización.
Luego añadió, que hay “acontecimientos que influyen negativamente en la libertad de prensa y en su función esencial” y recordó “el derecho de las personas a buscar, recibir y difundir información e ideas, incluso cuando se trata de cuestiones religiosas y morales”.
Lo cual, “hoy en día no siempre es fácil, hasta el punto de que se dan casos preocupantes en los que cristianos, judíos, musulmanes o exponentes de otras religiones son advertidos, con amenazas e intimidaciones, para que no expresen su opinión en público” añadió el prelado. Y luego señaló, “esta intolerancia pasa por acusar de practicar el ‘discurso del odio’, lo que equivale a equiparar la creencia religiosa con el odio y, por tanto, a pintar la religión como un problema”. Por el contrario, reiteró el Observador Permanente, los medios de comunicación deben ofrecer “una amplia gama de puntos de vista, incluida la perspectiva de las diferentes religiones”, para fomentar “el libre intercambio de ideas y opiniones” en la sociedad.
En esta perspectiva, el prelado destacó que diversas comunidades religiosas fueron invitadas por el representante del Vaticano, a expresar su opinión para contribuir “al debate social sobre los temas de actualidad”, con el fin de garantizar “una mayor riqueza de puntos de vista en la sociedad”, aportando “perspectivas alternativas y morales”.
Después, el prelado trató la ética de la comunicación, situándola en el centro a “la persona y la comunidad humana”, así como su “desarrollo integral”.
De ahí el llamamiento de monseñor Urbańczyk a prestar “especial atención a Internet y a las redes sociales”, para evitar, “con mayor discernimiento y responsabilidad”, la manipulación de las noticias, la difusión de la desinformación y la propagación de las fake news.
Por último, el Observador Permanente reiteró la necesidad de “promover la igualdad de oportunidades para las mujeres que trabajan en el sector de las comunicaciones”, junto con la protección de los derechos de todos los periodistas, especialmente los del género femenino, protegiéndolos de “todo tipo de violencia” para “avanzar en la paz y la seguridad mundiales”
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