Justo a las 11,00 de la mañana, vecinos de Avda. Rivadavia al 400, se asustaron al ver que una incipiente columna de humo negro, empezaba a flotar desde el interior de una peluquería, ubicada muy cerca de un reconocido súper mercado.
Desde aquél instante, todo sucedió muy rápido. Primero los vecinos más cercanos dieron la alarma en el destacamento de la Policía Local-PLA, ubicado en diagonal al lugar del siniestro.
Otros transeúntes acudieron al servicio policial del 911. Entre tanto, patrulleros de la Policía Motorizada que pasaban por el lugar, llamaron a los bomberos. A su vez, los efectivos de la PLA que estaban destacados en las proximidades del incidente, organizaron un cerco preventivo con la policía provincial y procedieron a interrumpir el tránsito vehicular por Avda. Rivadavia.
Simultáneamente, los visitantes de plaza 24 de Septiembre y obreros que están renovando nuestro paseo principal, fueron sorprendidos por el asfixiante olor a goma quemada y cuando miraron hacia los cerros, ya pudieron observar la densa columna de humo que se elevaba en dirección a la peluquería de Esteban y también se abrumaron al ver que una cortina gris de humareda, impedía la visibilidad a lo largo y alto del brumoso cañadón en el que se había convertido el Pasaje Avellaneda.
En esos momentos arribaba la autobomba número 10 de los Bomberos Voluntarios de Alderetes, desde la cual, un equipo de ellos comenzó a apuntar con sus chorros al epicentro del incendio, situado en el interior de la peluquería que estaba siendo devorada por el fuego.
Según las primeras observaciones compartidas por los bomberos, quienes -incluso- debieron recurrir a máscaras de oxígeno, para apagar el incendio, las llamas se habrían iniciado por el sector del mostrador de la barbería, y su propietario dedujo que en momentos en que se había retirado a buscar el desayuno, había dejado cargando una de las máquinas que estaba reparando, la cual habría explotado y desatado el incendio.
Al cabo de una hora de lanzar chorros de agua, los bomberos voluntarios pudieron sofocar el incendio, despejar la humareda y enfriar el recinto en el que funciona la peluquería, cuyo dueño reconoció el esfuerzo de los bomberos y les agradeció su diligente trabajo.
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