En el marco de las fiestas patronales de Nuestra Señora de La Merced, se presentó a la majestuosa imagen de la Virgen Generala del Ejército Argentino.
La festividad contó la concurrencia de feligreses de todas las localidades del Norte Tucumano como: El Morenillo, Río Urueña, El 37, Chilca, El Cajón, Taruca Pampa, Piedrabuena, El Espinillo, La Cruz, la Ramada, El Chañar y Alderetes, entre otros visitantes.
Durante toda la jornada del pasado Sábado 10 de Septiembre, se desarrolló una intensa agenda que había sido diseñada por los responsables de la refacción de la Capilla de Requelme, entre cuyos voluntarios se destacó Arturo Madrid.
Entre los actos más destacados, los presentes realizaron la respetuosa procesión de bendición a la nueva imagen de la Madre de la Merced, que transitó por la chacra lindante con la Capilla, entre una gigantesca nube de tierra que levantaba el viento, con al paso de los profesantes que marchaban a pie y a caballo por el maizal.
Entre cantos, rezos y polvareda, la procesión atravesó unos 150 metros desde la capilla y retomó por el camino, para que la ‘Patrona de Requelme’ reciba los ‘Vivas’ de numerosas agrupaciones tradicionalistas, cuyos gauchos lucían sus mejores atuendos, con facón y talero a la cintura incluidos.
Entre variadas destrezas, los gauchos de la Agrupación Germán Hadé fueron ovacionados, al igual que ‘Agrupación de La Sagrada Familia’ de Nuestra Ciudad, también fue muy aplaudida, cuando Carlos Jerez saludó con el sombrero en alto a la bella imagen de la Virgen situada en la vereda, justo frente a la entrada del predio. Allí, nuestro representante lucía su poncho alderetense, con el llamativo color ‘anaranjado ladrillo’.
Entre riquísimas comidas regionales y un incesante desfile de academias de folklore, la fiesta tomó color y animó a bailar a los presentes, cuando en el escenario aparecieron destacados artistas que tentaban con chacareras, cumbias y guarachas.
Cabe aclarar que, la celebración de la misa, se hizo en estilo carpero, ya que por la masiva concurrencia de feligreses debió trasladarse su altar al exterior, que fue montado sobre un escenario y presidido por la flamante imagen en tamaño real de la Virgen. Además, durante La Santa Misa se ofrecieron bautismos y la homilía instó a renovar nuestros lazos espirituales y a dejarnos acompañar por Jesús, pidiendo la intercesión de María, con nuestras oraciones.
Además de bendecirse la nueva imagen de La Patrona de La Merced, sucedió un hecho tan impensado como curioso, cuando el incesante viento sopló las hostias del altar y las tiró hasta el suelo. El hecho casi pasó desapercibido, ya que cuando el sacerdote consagraba el pan y el vino, hizo un gesto desconcertante, al sorprenderse y preocuparse por ver volar y caerse las hostias, las que rápidamente, fueron juntadas y devueltas por un atento monaguillo, que portaba estoicamente la bandera vaticana, debajo del escenario.
Cuando caía la tarde, las familias disfrutaban su respectivo mate en bombilla y algunos paisanos compartían brindis, se realizó el esperado ‘Sorteo del Ternero’, que se había organizado para recaudar fondos, que permitirán financiar las actividades litúrgicas de Requelme.
Con modo presencial y carpero, los pobladores tucumanos de la frontera provincial Norte, pudieron sentirse acompañados por feligreses de muchas localidades que dijeron ‘Presente’, para conocer a la ‘Nueva Virgen’ y también a colaborar con los enormes esfuerzos, que hacen los voluntarios de la ‘Capilla de Nuestra Señora de La Merced de Requelme’.




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