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Según una pericia médica Fernando Báez Sosa murió en el hospital y no en la calle

Tres años después del crimen de Fernando Báez Sosa, los primeros estudios que le realizaron en el hospital de Villa Gesell tras ser atacado por los rugbiers que ya fueron condenados, fueron incorporados a la causa.

Tres años después del crimen de Fernando Báez Sosa, los primeros estudios que le realizaron en el hospital de Villa Gesell tras ser atacado por los rugbiers que ya fueron condenados, fueron incorporados a la causa.

En el informe sumado al expediente se da el detalle de los análisis que se le practicaron al joven Baéz Sosa en el momento en el que ingresó al shock room del Hospital Illia por la brutal golpiza a la salida del boliche Le Brique.

Los estudios fueron solicitados por el abogado defensor de los ocho rugbiers, Hugo Tomei.

En él se describen los resultados de un análisis de sangre, un electrocardiograma y una serie de tomografías computarizadas de cráneo, cuello, tórax, abdomen y pelvis.

El médico que firmó el informe sostiene que el joven tuvo una “hemorragia subaracnoidea bilateral que ocupa todas las cavidades ependimarias, sin evidencias de lesiones óseas de origen traumático”.

Una vez más se resalta que el factor clave que lo llevó a la muerte a Fernando fueron los golpes que recibió en su cabeza.

No obstante, el electrocardiograma hecho en el hospital indicó que el joven tenía actividad cardíaca y precisó que lo desfibrilaron en dos ocasiones.

Con respecto al tórax se confirma que había “signos claros de aspiración de fluidos y signos de ahogamiento con ocupación de la tráquea, bronquios principales, lobares y segmentarios, así como de las estructuras alveolares parahiliares”.

También se detectó “abundante contenido entérico o de ingesta líquida en cavidad gástrica y abundante contenido gaseoso en intestino delgado y marco colónico”.

Los estudios muestran similitudes y contradicciones con lo declarado por la emergentólóga Carolina Giribaldi Larrosa en el juicio oral donde sostuvo que cuando llegaron a la Avenida 3 el joven “no tenía movimiento respiratorio ni pulso”.

Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones leves.

Mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi a 15 años de prisión por ser partícipes secundarios del crimen.

Cómo es la vida de los rugbiers en la cárcel

Su cotidianidad podría tener un giro inesperado en los próximos meses ya que el propio Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) anunció qué pasará con los ocho condenados.

Es que en agosto la Justicia confirmaría a qué cárcel serán trasladados y se prevé que esto genere una ruptura en la relación del grupo.

Aunque todavía no se informó cómo ocurriría, la idea es que los jóvenes sean separados según la condena que recibieron, es decir que Thomsen, Comelli, Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi estarían en una misma prisión mientras que Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi en otra.

Estos últimos tres serían llevados hasta la Unidad N°30 de General Alvear mientras que los condenados a prisión perpetua se quedarían en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero donde en estos momentos se encuentran alojados todos.

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